Será verdad que en Noruega hay Trolls?? Estamos convencidos que en este equilibrio con la naturaleza podría haber Trolls, duendes o incluso hadas!
Tras un desayuno tranquilo con vistas al lago…
Iniciamos la ruta hacia la “escalera de los Trolls” (trollstigen), carretera de montaña que sube en curvas cerradas por el final del valle hasta unos miradores… vistas y camino que no podemos dejar de visitar! La carretera no tiene ninguna pérdida desde el pueblo, los carteles son muy claros.
En el principio de la carretera encontramos un camping (Gjestegard) que llama nuestra atención…
…con unos seres peculiares dando la bienvenida… y una tienda de souvenirs de lo más completa.
Ahora sí, nos adentramos por el valle siguiendo el río, las cascadas aparecen, las paredes crecen… y al fondo… la “escalera de los Trolls”
Seguimos subiendo por la carretera… una parada más en el puente y cascada…
Conteniendo un poco la respiración por las curvas y la carretera, llegamos hasta el centro de visitantes donde empieza el camino hacia los miradores.
El centro cuenta con unos baños públicos, una tienda de souvenir con dependiente español incluido… un restaurante, parking y zona de paseo.
Encontramos 3 miradores, llegar a ellos es muy fácil con un camino adaptado a sillas de ruedas o carritos.
El primero de ellos ofrece unas vistas espectaculares del valle…
El último te deja casi sin palabras (abstenerse personas con vértigo!)
Antes de seguir con el coche tomamos un fruta en la orilla del río… Nuestra siguiente parada será Valldal. La carretera una vez más nos deja sin habla… a los pocos kilómetros de salir del parking encontramos -sin señalizar- un maravilloso lago de montaña
La carretera va abriéndose paso entre valles y montañas hasta ir descendiendo hacia el fiordo. Valldal es un pueblo sin encanto, aunque aprovechamos para hacer unas compras en el super y comer en unas mesas a pie de fiordo en el embarcadero.
Nuestro viaje ha sido a finales de agosto cuando la temporada de verano en Noruega ya ha terminado (finaliza el 20 de Agosto), por ello en muchos de los pueblos los barcos turísticos habían dejado de funcionar.
Esto nos supuso algún que otro retraso ya que tuvimos que suplir la falta de barcos con las carreteras… que como ya hemos dicho son bastante lentas. Esto nos ocurrió aquí, en Valldal, no había barco de conexión por Geirangerfjord por lo que seguimos por carretera.
La carretera nos lleva a cruzar un pequeño paso –de Linge a Eidsdal- en barco (95nok, dos personas y coche).
Seguimos hasta un espectacular mirador en el fiordo de Geiranger.
Este es el nombre del pueblo a los pies del fiordo, dónde sí encontramos un barco turístico operativo. El pueblo no tiene mayor encanto además de las tiendas, hoteles y camping.
Bajamos al embarcadero…
Y subimos al barco… muy recomendable este crucerito. Será una hora de recorrido (480 nok, dos personas y un coche; el último barco sale a las 18:30) hasta Hellesylt. El recorrido es impresionante con varias cascadas, pequeñas granjas y grandes paredes arboladas… sin duda el mejor recorrido en barco que haremos en todo el viaje!
Dormimos en el camping de Hellesylt. Saliendo del embarcadero, cruzando un pequeño puente y dirigiéndonos hacia las afueras del pueblo encontramos un camping muy acogedor con una explanada verde a los pies del fiordo. El camping tiene WIFI, baños limpios, ducha de pago (20 nok) y la posibilidad de cocinar en el horario de la recepción (de 18:00 a 20:00). El precio fue de 165 nok (dos personas, tienda y coche). El mejor camping en el que estuvimos…
Para despejarnos de tanto coche y barco, decidimos dar una vuelta por el pueblo, tiene cierto encanto con una iglesia de madera nueva sobre una colina, pequeñas casas de madera y algún bar que abre hasta “tarde” (café 20 nok, también sirven algo de cena)… aunque sin duda lo más impresionante es la cascada que cruza el pueblo y desemboca en el fiordo.
Por la mañana el desayuno será en un marco incomparable… perfecto para comenzar el día con alegría!
