¿Qué tiene en común una pequeña isla del Pacífico, un programa de radio de la Cadena Ser, Buenos Aires y Oslo?
Aunque parezca raro este es el inicio de nuestro viaje del verano 2014:
Una tarde cualquiera volviendo del trabajo, escuchando en el coche el programa de Carles Francino de Cadena Ser decidimos participar en su concurso de viajes semanal… con la suerte de haber sido seleccionada para concursar en directo… y ganar!!!!
Vámonos @davicinpuntocom!
Llegamos a Oslo un jueves a las 20:00 de la tarde. Para evitar sustos llevábamos el coche reservado por Internet en Europcar, aspecto que nos facilitó mucho la gestión ya que en el aeropuerto la atención fue muy rápida. En menos de 15 minutos estábamos montados en el coche saliendo del aeropuerto.
El precio de un coche pequeño tipo Polo para 8 días fue de 534€ con seguro y un solo conductor (luego sumaremos los depósitos de gasolina y peajes).
Hay que saber que el aeropuerto de Oslo esta a 30 km de la ciudad, es importante tenerlo en cuenta a la hora de organizar nuestros desplazamientos. En el post de Oslo explicaremos mejor como ir hasta la ciudad y viceversa.
Como decíamos salimos con el coche directos a Stange por la carretera E6 camino de Lillehammer. En Stange elegimos el primer camping que encontramos a mano, ya era tarde y empezaba a anochecer. Dormimos a la orilla del Lago Mjosa (por la mañana nos daría tiempo a descubrir la grandeza de los lagos noruegos ya que la carretera iba paralela a la orilla).
El camping (http://www.tangenodden.no/#/) no tenía grandes comodidades, una amplia pradera donde elegir el sitio libremente, accesos al lago y una pequeña caseta con duchas (de pago 10 NOK 4 min) y baños. Tener en cuenta que no tenía cocina. El precio del camping fue de 160 NOK para las dos personas, el coche y una tienda.
Emocionados nos vamos a dormir…
A la mañana siguiente recogemos y vuelta al coche. Aquí empieza nuestra primera etapa de verdad… destino final del día será el Valle de Trollveggen. El nombre ya emociona!
Seguimos por la carretera E6 por la orilla derecha del lago Mjosa (en obras) hasta Lillehammer, la carretera cruza a la izquierda y a la derecha de nuevo. Esta es una ciudad grande sede los juegos de invierno, su rampa de saltos de esquí puede verse a lo lejos.
Decidimos pasar por alto la parada y seguir hacia Dombås, donde en un área de servicio bastante peculiar paramos a desayunar (un poco tarde pero una peculiaridad de las carreteras noruegas es que no tiene áreas de servicio al estilo español y no es fácil encontrar cafeterías). Tomamos nuestro primer café y te, sorprendidos, pensábamos que iba a ser mucho más caro, y compramos en el Súper.
Nuestras comidas serán a base de embutido que traíamos en la maleta, comidas de lata y algún pequeño capricho en restaurantes, que iremos comentando.
Tomamos el desvío por la E136 hasta Åndalsnes. La carretera aunque mala (en todo el país encontraremos carreteras de montaña de un solo carril sin apenas arcén…echarle paciencia a los kilómetros, la velocidad tope es de 70-90km/h y hay bastantes radares) es preciosa recorriendo el valle Romsdalen lleno de granjas y campos verdes de cultivo. Paramos a comer un bocata en un pequeño parque.
Esta misma carretera va adentrándose entre montañas, el valle va haciéndose cada vez más escarpado hasta llegar a las increíbles paredes verticales (dicen que las más altas de Europa) de Trollveggen!
Hacemos varias paradas impresionados por las paredes de piedra negra y las cascadas que parecen escapar de los escarpados picos.
Antes de salir del valle encontramos esta pequeña iglesia de madera inspirada en los barcos vikingos. Veremos más y mejores.
En esta carretera tenemos una variedad de campings a elegir, quizás el más famoso es el que lleva el nombre del Valle. Nosotros optamos por llegar al pueblo de Åndalsnes y nos alojamos en el camping del mismo nombre.
Camping bien ubicado, en la orilla del río, con vistas alucinantes a las montañas.
Tiene varias explanadas, unas casetas de baños y duchas (de pago 10 o 20 nok por 5 o 10 min), cocina y comedor común, cafetería, WIFI y barbacoas. El camping cuesta 200nok, 2 personas, coche y tienda.
Desde el camping sale un paseo paralelo al río que te lleva hasta el pueblo… impresionados caminamos hacia el atardecer…
Una vez en el pueblo descubrimos que no tiene mucha animación… las tiendas, bares y restaurantes están todos cerrados. En Noruega cierran a las 18:00 y es difícil encontrar mucha animación pasada esta hora, los pueblos parecen ciudades fantasma. Pasadas las 20:00 tampoco podremos tomar alcohol… ni una cerveza. Como alternativa nos compramos un zumo en el supermercado y buscamos un rincón en el embarcadero que nos descubre una visión fabulosa: otro río con embarcadero que viene a juntarse con el anterior, quedando el pueblo rodeado.
Vuelta al camping cruzando por el puente de los coches… aquí el atardecer nos atrapa…
Maravillosa imagen para terminar nuestro día haciendo la cena en la cocina común con una pareja de alemanes con acento chileno y unos portugueses que querían practicar nuestro idioma… cosas que solo pasan en este tipo de viajes!
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