Bergen.
Hemos llegado por la noche con lluvia, directos al albergue, se agradece pasar la noche secos. Albergue City-Box. Espectacular! (Calle Nygardsgaten 31). Está cerca del centro, en una zona residencial con pequeños edificios de madera y grandes ventanales. El precio son 800 nok, 2 personas, 1 noche con baño privado. Hay otras habitaciones con cocina privada, pero estaban ocupadas. El albergue tiene una zona común con un saloncito, mesas, TV y una mini cocina con microndas y calienta agua.
Está muy limpio y cuidado. Hay que tener en cuenta que el check-in se hace por una máquina automática que hay en la entrada. Es importante llevar el número de reserva o identificador. Esta máquina te da la llave y el número de la wifi. La zona de parking del albergue es "zona de hora", pero decidimos aparcar y por la mañana mover el coche (2horas, 60 nok), hasta las 8:00 de la mañana que vuelve a empezar (a esa hora bajamos a poner otras dos horas mientras desayunamos con calma). Salimos con las pilas recargadas y llevamos el coche a un parking del centro (5 horas, 180 nok). Comienza nuestra visita por Bergen!
Caminando nos acercamos hasta la zona del puerto, la más famosa y recomendable. El resto de la ciudad que vemos con el coche parece bastante agradable, con pequeñas calles y plazas, edificios de poca altura, zonas comerciales y de bares.
Llama nuestra atención un mercado moderno, tipo lonja, con variedad de puestos de pescado, donde además de hacer la compra puedes pedir para comer en el momento o para llevar… se nos hace la boca agua! después de una semana comiendo de latas y bocatas.
En los alrededores encontramos varios puestos de comida y chiringuitos preparados para la hora de la comida y la llegada de los cruceros… curioso escuchar castellano entre todos los vendedores y camareros… echamos un ojo y volveremos a comer aquí!
Por supuesto no pueden faltar los regalos típicos… embutido de reno, ciervo y… BALLENA! alucinados nos quedamos.
Atravesando el mercado y los puestos llegamos a las “típicas” casitas de madera que conforman el casco antiguo de la ciudad. Son los almacenes de Bryggen, corredores de casas de madera, antiguos talleres y lonjas.
Dedicamos un buen rato a pasear entre corredores de madera, cotillear las tiendas artesanas y perdernos por los pequeños rincones interiores.
No tener miedo de subir por las escaleras al piso de arriba! Muy llamativo y curioso.
Hacemos una paradita para desayunar… es un sitio caro (te, 42 nok), pero muy acogedor.
Seguimos caminando hacia el final del embarcadero, a la fortaleza, ruinas y parque.
Volvemos hacia la plaza de los puestos y damos un paseo por los alrededores… veremos la catedral, una plaza con parque y fuente, la zona peatonal central… es una ciudad con encanto por sus construcciones de madera de colores.
@davicinpuntocom piensa que la personalidad de las ciudad puede encontrarse en las pintadas de sus muros y paredes… en cierto modo tiene razón:
Seguimos con nuestro paseo…
Volvemos a comer en uno de los puestos exteriores regentado por unos italianos y asturianos. Después descubriríamos que el camarero asturiano era un crack de la bici, que ha recorrido medio mundo con grandes retos en sus piernas, como peladear por el polo Sur: #peladeadascontraeldestino).
Sea como fuere la comida nos supo a gloria! Una variedad de pescados de la zona: salmón, bacalao, gambas, ballena… y unas cervecitas. Todo ello 440 nok (55€/ 2 personas). Contentos y muy llenos nos volvemos al coche.
Esta vez nos dirigimos hacia Voss por la E 6 para tomar la carretera hacia Edfiord. Entre Bruravik y Brimnes hay un túnel espectacular (con rotondas interiores) saliendo directamente a un puente que cruza el fiordo.
Seguimos hacia Kinsarvik Lofthus , Tyssedal y Oda (muy industrial). La carretera es espectacular, merece la pena, paralela al fiordo, atravesando cascadas y con vistas increíbles. El problema es que es de un solo sentido, echarle paciencia!
Seguimos por la carretera 13 a Josendal. Entre medias hacemos un par de paradas, el paisaje es tan bello que no nos podemos resistir…
Glaciares y fiordo…
A pesar de tener la barriga muy llena de comer…
Cascadas a nuestro paso…
Si os sobran días en esta zona se encuentra el campo de hielo más grande de Noruega (nosotros nos lo tenemos que saltar) donde se pueden reservar actividades (parque nacional de Folgefonna). Como alternativa seguimos disfrutando del fiordo y las cascadas…
Seguimos hasta llegar a Roldal. La carretera asciende y pasa por un puerto, con nieve aún en verano, y dos túneles imposibles al más puro estilo mina que bajan en espiral.
Roldal es un pueblo a pie de valle en las orillas de un lago. Nos alojamos en uno de los 3 camping que hay (en la misma carretera de entrada, el segundo, camping Skysstasjonen, el chico de recepción fue muy amable).
El camping es muy amplio, con zona para acampada, pero como el día estaba bastante gris decidimos alojarnos en cabaña (para dos, con cocina y baño, pero sin ducha 500 nok, y WIFI).
Duchados y con la digestión hecha nos damos una vuelta por el pueblo hasta la Iglesia de madera (10 minutos desde la entrada del camping) y a descansar!
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