DIA 2
Hoy se levanta nublado y con lluvia, elegimos opción furgo para visitar el otro Valle, Valle de Ordino- Arcalís.
Las carreteras en Andorra no tienen pérdida ya que no hay mucha variedad debido a las altas montañas, en la oficina de turismo facilitan un mapa con las carreteras y los principales puntos de interés de cada zona.
Pasamos La Massana, pueblo grande, con una calle comercial y un telecabina que en verano está abierto para el Bike-Park. Desde este pueblo tomamos el desvío hacia Ordino. Decidimos dejar la visita de los pueblos para la vuelta y vamos directos hacia el final de la carretera, donde se encuentra la pista de esquí de Ordino-Arcalís.
Paramos en la primera estación de esquí que nos encontramos pasado un pequeño túnel ya que nos llama la atención una cascada. Bajamos del coche y subimos por una pista de esquí que sale a la derecha, directo a la cascada con sus vacas incluidas;
Por supuesto las vistas… increíbles!
Seguimos la misma carretera para delante, sorteamos algunas vacas y caballos, y llegamos hasta la siguiente fase de la estación de esquí Ordino-Arcalís.
Dejamos la furgo en una explanada con caballos (en el parking de la estación), justo en el primer telesilla.
Como era un día lluvioso no teníamos preparada ninguna ruta, pero vimos a algunas personas subir por detrás del bar del telesilla por un camino ascendente por la loma de la montaña, parecía cómodo y no muy duro, por lo que decidimos seguir a la gente. Nuestra sorpresa fue cuando al girar una zona de piedras nos encontramos con…
Estanys de Tristania, son dos lagos, que como podemos ver en las fotos son increíbles!. La subida son unos 15 minutos, muy relajadamente, después podemos rodear los lagos, subir alguna de las lomas cercanas… según el tiempo y nuestras ganas. Merece la pena y es apta para casi todo el público, salvando algún paso un poco complicado ya que hay que superar algunas rocas. Si vamos con niñxs tendremos que tener cuidado de la pendiente, ya que es un camino estrecho con una buena caída.
Bajamos por el mismo camino, un poco más acelerados por la lluvia cada vez más persistente.
En la bajada paramos en el bar-restaurante de la estación, buen sitio para tomar un aperitivo, secarnos de la lluvia o incluso comer. Existe la opción de seguir un tramo más la misma carretera y llegar hasta el siguiente túnel, sin llegar a atravesarlo podemos dejar el coche y subir 20 metros hasta el restaurante Porteles.
Decidimos regresar por la misma carretera para llegar a comer a Llorts. Antes paramos a mitad de la carretera, pasado el túnel en un acceso hacia la izquierda, donde pasado un puente accedemos a una pista y una cascada.
Llegamos a Llorts, un pequeño pueblo con encanto, una iglesia románica bien conservada, un par de calles empedradas y vistas al valle.
Comemos en un restaurante al lado de la Iglesia, La Era de Jaume, sin palabras: riquísimo todo, el trato excepcional y el ambiente familiar. Comimos una “olla de la abuela” y una caldereta de cordero/trucha. Para terminar la casa invitó a unas copas de cava. Muy recomendable, el menú 18€ por persona.
Tras una siesta en furgo, volvemos hacia Ordino. Pasamos por la Oficina de Turismo, por un 1€ te dan un mapa de rutas del valle. Enfrente encontramos el casco antiguo, con una Iglesia y la calle principal con una oferta variada de terrazas y bares, perfecto para un café!
Volvemos por una carretera panorámica que une Ordino con Canillo, a pesar de subir un puerto y tener bastantes curvas, el asfalto se encuentra en bastante buen estado y las vistas son alucinantes, paramos en varios miradores. En el primero (la Font de la Navina) vemos Ordino y el valle:
Seguimos hasta el segundo mirador, Coll de Ordino. Una pradera desde donde podemos acceder a Canillo o subir al Pic Casamanya (3h):
El siguiente mirador pertenece a Canillo, en éste debemos andar por un pequeño sendero hasta bajar al mirador del “Quer”:
En este viaje la gasolina está saliendo muy bien ya que en Andorra está mucho más barata que en España. Hemos llenado un deposito y antes de regresar lo rellenaremos lo máximo posible.
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