Planeta Repitun: EN FURGO… Francia- Bélgica- Alemania y Paris

Bienvenidos Natalia y Jesus!!!!!

A las 10 de la mañana preparados para pasar una semana los 4 juntos nos encontramos en la estación de Bruselas.

El planning de hoy marca ir a comer a Gante y a dormir a Brujas… ¿qué nos encontraremos por el camino…? Contentos de encontrarnos, retomamos la carretera con mucha ilusión! (además esta vez serán solo 100km en total).

Primera parada Gante: dejamos a FURFUR en un parking del centro, en la plaza de la Biblioteca y centro comercial. Así podemos ir caminando en busca de la plaza de la catedral, las famosas torres y canales. Antes, paramos a comer unos bocatas en Faja Lobi Cafe (al final de la calle Vlaanderenstraat antes de encontrarnos con la catedral) al estilo europeo –riquísimos, con carne, salsas y ensalada-, a un muy buen precio y con unas primeras cervezas belgas y en compañía de dos buenos amigos.

Continuamos nuestros paseo turístico con la boca abierta, ya no solo por la imponente catedral y su interior precioso con cuadro de Rubens incluido…

… sino por su singular arquitectura en piedra gris, con tejados escalonados, puentes sobre los canales… que decir más que el centro de la ciudad invita a pasear, callejear sin miedo y descubrir pequeños rincones a la sombra de los árboles y los canales. Es mejor pasar rápido por la zona central del canal donde se concentran todos los turistas, bares y barcos de paseos y perderse por el entorno cercano, aunque sin perder de vista el canal, ya que el encanto de Gante se encuentra en su centro.

Es recomendable llegar hasta el Castillo de Gravensteen (justo en frente está la oficina de turismo), cerca encontramos un antiguo mercado, uno de los cañones más grandes de Europa de la Edad Media –aunque jamás fue disparado- y más y más calles estrechas, flores de colores y bonitas plazas. Paramos a refrescarnos con otra típica cerveza belga en una pequeña terracita a orillas del canal (cruzando por el puentecillo del castillo, meterse por unas escalerillas que bajan a un paseito junto al canal, calle Vleeshuistragel). El Cafe Het Spijker tiene entrada por detrás y por delante, y la parte interior es igualmente muy grande al estilo taberna europea. Las cervezas estuvieron muy ricas y la parada al fresco del canal nos recargó las pilas.

Helado de merienda cerca del parking, nos despedimos de Gante y comenzamos nuestro camino hacia Brujas, dirección camping Mermling (solo hay 60km de distancia). Este camping está muy bien ubicado para visitar Brujas sin necesidad de mover el coche y de precio ronda nuestro presupuesto medio. El camping tienen a escasos 10 minutos andando la parada del autobús que en 20 minutos te lleva al centro de Brujas.

Otra opción es ir caminando durante 30 minutos hasta el centro o en bici, es todo recto. Toda esta información la facilitan en recepción en varios idiomas, incluido el español. El camping no es muy grande por lo que sería interesante reservar, a pesar de que en el cartel ponía completo nos animamos a probar suerte y nos hicieron un hueco en la entrada y sin sombra, pero la comodidad de estar cerca del centro no nos importó. El camping, como decimos, es pequeño, aunque con cabinas de baños nuevas y muy cómodas, pequeña zona común en recepción y una máquina a la entrada que sirve pan del día y bollería, muy ricos! EL camping no tiene tienda, ni bar. Sí tiene WIFI previo pago de 1€ por 1h de conexión. como íbamos a pasar dos noches, decimos montar el avance de la furgo y así disfrutar de un espacio más cómodo e intimo.

Primera excursión a Brujas: Esta primera vez nos acercamos en autobús (nº 11, 2€ por billete) que como hemos señalado sale cada 30 minutos muy cerca de la puerta del camping. Como queremos cenar y ver la ciudad de noche luego volvemos en taxi, que no sale nada caro, unos 12€, eso sí, tuvimos que llamar porque no encontramos una parada de taxi y los que vimos no paraban. EL teléfono de los taxis lo facilitan en el camping.

Es imprescindible ver Brujas por la noche!!!!! es una experiencia increíble! Bajamos en la plaza central y desde allí comenzamos a caminar por las calles pegadas al canal(calles detrás de la torre), disfrutando de la tranquilidad de la noche , la iluminación de los puentes y los pequeños barullos de los bares. Es una ciudad sorprendentemente tranquila para la cantidad de turistas que atrae. Si se quiere más animación se debe ir a la parte contraria de la plaza principal (las calles detrás de la plaza justo en frente de la torre), donde hay bares, pubs y alguna discoteca. Sin embargo yo me quedo con la imagen de las esquinas donde se cruzan los canales, la catedral y las Iglesias iluminadas.

Cuidado! para cenar caímos en la trampa turista… queríamos comer en una terraza tranquila en uno de los canales… pero los precios son desorbitados!, muy muy caros! (el típico cubo de mejillones al vapor con patatas fritas 29€, y una ensalada por 18€, más las bebidas, total de la cena 50€… encima nos quedamos con hambre y tuvimos que hacernos unos sándwich en el camping a la vuelta).

Hoy nos despertamos con muchas ganas y energías, preguntamos en el camping donde poder alquilar unas bicis y allí que vamos. El paseo hasta el albergue donde alquilan bicis es de unos 20 minutos, ya que hay que pasar toda la parte nueva de Brujas y llegar a cruzar el canal, la puerta de la muralla y avanzar unos 10 minutos. En este paseo nos encontramos con algo muy curioso en el parque arbolado al lado del camping… las fotos lo dicen todo…

El sitio que nos recomendaron en el camping para alquilar bicis fue el hostel Bauhaus(9€ la bici todo el día, hasta las 21:00h). Cuenta con un acogedor café y restaurante (Sacré Coeurs)

Empezamos nuestro paseo turístico por Brujas, vemos los canales esta vez de día, las calles que van y vienen paralelas a dichos canales, parques arbolados, iglesias, museos… entre las iglesias, además de la gran catedral, destacamos una pequeña iglesia con un altar de calaveras (Jeruzalemkerl)y un museo de encaje de bolillos en su parte trasera… muy curioso (Kantcentrum).

En esta misma calle, a mano izquierda de la Iglesia, para quien le interese el mundo del encaje de bolillos, se puede encontrar una tienda-museo muy interesante a mitad de la calle (t´apostelientje), en el lado derecho. Recomiendo tener cuidado a la hora de comprar este tipo de artesanía ya que mucha de la que venden a nivel turístico está hecha a máquina y no a mano.

Seguimos callejeando y paramos a comer en la plaza de la catedral unos bocatas que traíamos hechos. Para el postre nos sentamos en una de las heladerías que dan a dicha plaza, tomamos un riquísimo gofre de nutella (o waffel) con un te.

Es muy impresionante subir a la torre de la plaza central, nosotros no pudimos hacerlo por problemas con el horario, las visitas en casi todos los edificios turísticos cierran a las 18:00. Es importante tenerlo en cuenta para que no os pase igual… esto será una escusa para tener que volver!

Aprovechamos para visitar otra zona, también con mucho encanto, un convento de unas monjas benedictinas (Begijnhof), pero sobre todo lo bonito e impresionante es la zona donde está ubicado, el Beguinaje, un parque de canales, con cisnes, arboledas y flores. El cruce de canales y el paseo se denomina Minnewater. En esta zona también es donde se pueden coger los paseos en coche de caballo.

Antes de darnos un paseo por el parque y los canales, retomamos fuerzas en una cervecería familiar típica de Bélgica (Brouwerij De Halve Maan,http://www.halvemaan.be/).Un sitio muy bonito, con zona de museo y bar, además de una cerveza muy rica! Es recomendable llegar hasta aquí aunque solo sea por ver la preciosa plaza donde esta la cervecería (Walplein), un rincón tranquilo y amable, con variedad de terrazas.

Son las 19:00 y se ha ido un poco el calor, nos vamos con las bicis recorriendo los canales hasta Damme (un pequeño pueblo que antes fue un antiguo puerto interior donde se descargaban las mercancías que se vendían en Brujas, telas, especias…). El paseo es muy agradable, discurre siempre paralelo al canal, pasando por zonas arboladas, antiguos molinos… hasta llegar a Damme. Tenemos el tiempo suficiente para otra cervecita belga. Caminamos por la calle principal, pasando la plaza del ayuntamiento y varios bares, cuando encontramos una terraza interior justo antes de llegar a la iglesia (es curiosa su visita por estar medio derruida), a mano izquierda. La cerveza a la sombra del bar Uilenspieghel nos sabe a gloria, retomamos fuerzas y empezamos el camino de vuelta para dejar las bicis antes de las 21:00h.