Camino de abandonar Bélgica para adentrarnos en los bosques y lagos alemanes… Esta vez tenemos 285km. No es la primera vez que visitamos Alemania, de hecho es la cuarta… más adelante abriremos otra línea temática de post dedicados a ese viaje por el sur de Alemania, esta vez en coche, y a Berlín. Con esto quiero decir, que a pesar de estar muy ilusionados con visitar esta parte de Alemania, sabemos lo que nos vamos a encontrar y estamos muy cómodos.
Antes de llegar al apartamento y despedirnos definitivamente de Bélgica paramos en Amberes a comer, son 90km desde Brujas. La ciudad en sí no nos sorprende, claro, que una vez visto Brujas eso era un poco difícil. Amberes es una ciudad muy comercial a la vez que industrial, con un gran puerto en su canal. Se nota que es el centro mundial del comercio de diamantes… (aunque desde mi punto de vista creo que es discutible que esto sea motivo de orgullo; al ser un poco conocedora de las lógicas internacionales que mueven este tipo de “mercados”, donde unos ganan mucho y otros… no tanto). De todas formas el paseo por el centro de Amberes merece la pena, visitar su plaza central, la curiosa fuente, las calles peatonales e incluso el pequeño paseo del canal que llega hasta el castillo (pequeño y reconstruido en museo y bar).
Tomamos una cerveza en la plaza central (Bar Den Engel), sorprendidos por el precio barato! Además disfrutamos de una gran banda de música balcánica que nos deja alucinados!
Comemos en una de las calles peatonales en una cadena de restaurantes italianos (Da Giovanni), justo antes de llegar a la catedral. Barato y rico. Hacemos unas pequeñas compras de suvenires, ya que al ser una ciudad más grande se puede encontrar una oferta más barata que en Brujas. A las 17:00 salimos rumbo a Alemania.
Nos despedimos de Bélgica hasta la próxima, estamos seguros de que volveremos a Brujas y a visitar la parte de la costa… prometí a mi madre y a mi padre que iríamos en plan viaje familiar cuando termine mi Tesis y mi hermano su carrera! Mi madre, al ser artesana-encajera de bolillos además de ser maestra de este arte, estoy segura de que disfrutaría mucho visitando esta ciudad… VOLVEREMOS!
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